Eliminación de cerumen con una jeringuilla laringológica

Enjuagar el oído con agua tibia (a la temperatura del cuerpo humano) es una técnica para eliminar el cerumen. Requiere un ablandamiento previo de la cera con gotas para los oídos o de la cera suave para una extracción fácil. El procedimiento no puede realizarse en un paciente con sospecha de perforación de la membrana timpánica. El chorro de agua se dirige en la dirección posterior-superior directamente al canal auditivo. El agua residual puede ser absorbida o aspirada. Las complicaciones después del procedimiento incluyen el efecto calórico (vértigo) y la perforación de la membrana timpánica. El procedimiento puede ser realizado en una oficina laringológica por un especialista ORL calificado. Históricamente se usaba una jeringa Higginson, actualmente se usa un inyector-irrigador controlado eléctricamente con la temperatura de agua controlada.