Stent de un aneurisma aórtico

Los aneurismas de aorta son consecuencias frecuentes de la aterosclerosis, la hipertensión, los sobreesfuerzos o los traumatismos. Con frecuencia, también están relacionados con enfermedades genéticas, como el síndrome de Marfan. Por lo general, los aneurismas no causan ningún síntoma y se diagnostican accidentalmente. Sin embargo, los grandes aneurismas pueden ser perceptibles a través de las conchas como grandes tumores pulsátiles. Además, pueden causar dolor en la zona lumbar (en caso de aorta abdominal) o hemoptisis y ronquera (en caso de aorta torácica). Los aneurismas grandes, con posibilidad de ruptura, se tratan quirúrgicamente. El procedimiento se puede realizar con acceso quirúrgico clásico (a través de la apertura de la pared abdominal) o con acceso endovascular. El segundo tipo de cirugía se muestra en el video de arriba.